Haber tocado lo que en estos momentos podría decirse 'el cielo'.
Rozar las nubes.
Esa felicidad emergente, que ebulle por todos lados.
Haber sido capaz de sonreír y tener un momento de alegría.
Inevitablemente se acaba. Se termino
para que una ola de problemas me arrastre a las profundidades nuevamente.
Es tiempo de golpearse con las piedras del mar.
Estoy tan casada. Quiero terminar con esto.
El haber saboreado la felicidad me dejo con ganas de mas.
Pero era realmente felicidad?
Tal vez formó parte de esa interminable lista de placeres violentos,
que al parecer disfruto demasiado para el gusto de los demás.
No es mi gusto el que cuenta?
Quiero llevar a cabo estos placeres pero parecieran lastimar a los demás,
aunque técnicamente solo me lastiman a mi misma.
Sera que volví a la etapa del autoflagelamiento, mas placeres violentos?
Parecen ser lo único que disfruto. Lo único a lo que le encuentro sabor, gusto.
Si rebobino en mi memoria, los momentos de mayor auge son los que implicaron un peligro.
Esos fueron los de mayor gozo.
Pareciera ser que quiero terminar lastimada. Llegar a mi autodestrucción.
Disfruto del mal que me hacen, me gusta.
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